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No es la instauración de la dictadura del proletariado, un
problema que se resuelve con un decreto, o con algunas medidas económicas, o el
anuncio de alguna ley socialista, es el resultado de la victoria política de un
pueblo que logra imponer por el ejercicio de la fuerza, un nuevo orden
económico y social, que derrota política e ideológicamente el egoísmo
capitalista y la mezquindad de la ideología burguesa.
En el transitar de la Revolución Bolivariana,
el golpe de estado del 2002 y el criminal sabotaje petrolero, son evidencias de
esa confrontación entre el estado burgués que se niega a morir y el Estado
Socialista que puja por nacer. Los hombres y mujeres del pueblo asesinados por
la oligarquía en esos días, denuncian el carácter irreconciliable de dicha
confrontación, mientras que la derrota política propinada por la Revolución demuestra la
capacidad del pueblo para alcanzar victorias políticas contra lo instituido.
Sin embargo, no es suficiente una batalla para ganar la guerra.
El carácter de la confrontación hoy adquiere nuevos matices,
nuevas expresiones orgánicas para preservar la toma de decisiones que
históricamente ha beneficiado a la expoliación de los sectores mas humildes de
la sociedad, expresiones más sutiles en el enfrentamiento cuerpo a cuerpo, pero
letales y efectivas para la entrega neocolonial de un país. Hoy se libra una
pugna definitoria en ministerios y empresas del estado, por construir el Estado
Socialista de la
Revolución Bolivariana, que el momento histórico reclama.
Nuestro Presidente Obrero Nicolás Maduro, consciente de su papel histórico y
con mucha consciencia de clase, agudiza las contradicciones en PDVSA cuando
convoca a la clase trabajadora a construir el Plan Estratégico Socialista (PES)
2016-2025
Intrínsecamente ligada a la convocatoria y puesta en marcha
de este modelo de gestión en la principal empresa del país, se encuentra la
lucha entre los dos modelos de Estado, donde la clase trabajadora, sin
compromiso con intereses transnacionales, ni personales y resuelta a librar las
batallas necesarias por erradicar hasta el último de los vestigio de dominación
imperial en nuestra industria, diseña y empuja la implantación de Los Injertos
Socialista como un modelo de gestión genuino de la Clase Trabajadora
Organizada, para asumir de manera orgánica y planificada el control de los
principales procesos de PDVSA.
Por supuesto, cada propuesta de Injerto Socialista que no
ponga en peligro directo intereses políticos y económicos, pueden ser
escuchados y acompañados desde lo instituido sin mayor resistencia, siendo
diferente el trato para aquellas propuestas y/o soluciones tecnológicas que
atenten contra la estabilidad de la dominación establecida, proponiendo para
los patriotas de esta PDVSA transitar escarpados caminos llenos de trabas,
amenazas, saboteo y vilipendios contra las resueltas decisiones del Gobierno
Bolivariano por incorporar a la clase trabajadora en la construcción del
Socialismo. Esta ha sido la suerte de trocha que hoy recorre el Injerto
Socialista INTESURF®, una tecnología venezolana, económica y ambientalmente
segura.
Lea el informe complete aquí.
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