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“Eso le da un poco de
espacio para que crezcan las importaciones de bienes y servicios”, aunque no en
mayores números, explicó Rodríguez, por la caída en la producción petrolera.
“Por lo tanto ahí es vital lo que se puede hacer para detener la referida caída”,
destacó en una entrevista para El Universal.
En medio de un precio estimado de 47 dólares por barril de
petróleo para 2017 -promedio-, el
economista aseguró que si hubiese un
aumento en los precios del petróleo más allá de este nivel, “eso ayudaría a
fortalecer las cuentas externas, generaría más capacidad de ingreso por
exportaciones y por lo tanto más espacio para el crecimiento de la
importaciones”.
“En general, aproximadamente un aumento de 10 dólares en el
precio del petróleo te puede generar unos 6 mil millones de dólares más en
ingresos por exportaciones. Eso quiere decir que un dólar te puede generar como
$600. Es decir, que sí hay un efecto bastante apreciable”, señaló.
Probabilidad de
crecimiento
Rodríguez prevé, además, que para este año se puede
presentar un crecimiento económico, provocado principalmente por el “espacio
para la recuperación de las importaciones”. Para el especialista, no representa
“un margen muy grande”, pero sí uno “porcentualmente que tampoco es
irrelevante”.
“Las importaciones van a subir de 18 a 19 mil millones de
dólares, ese es un crecimiento de 6% aproximadamente en las importaciones, que
te daría un crecimiento de alrededor de 2% del Producto Interno Bruto”, afirmó
Sin embargo, Rodríguez consideró que la economía venezolana
aún puede ejecutar otros argumentos para elevar sus niveles, partiendo un
crecimiento “tenue” del producto per cápita cercano al 1,1%.
“Hay medidas que se pueden tomar a nivel de políticas
económicas generales y en particular de la política económica cambiara (...) En
Venezuela el proceso de asignación de recursos es muy ineficiente, por las
restricciones a la convertibilidad cambiaria”, cuestionó, al tiempo que propone
una abertura en este mecanismo para la entrada de capitales.
“En este momento los capitales no entran, porque no pueden
salir. No hay inversión extranjera en Venezuela, porque la empresas no quieren
meter dinero en un país del que no pueden sacar el dinero”, dijo.
De esta forma, expuso que debe existir “una normalización de
la política cambiaria”, unido también a otra política de precios, con niveles
compatibles con la oferta y la demanda general.
“Al mismo tiempo, tiene que haber una política de buscar
acceso a los mercados financieros internacionales y a los otros entes que
pueden proporcionar el acceso a créditos para poder aligerar el peso del
impacto sobre la deuda y poder permitir un mayor crecimiento en las
importaciones”, refirió Rodríguez.
Nuevas sensaciones
El especialista resaltó que en los últimos meses han
ocurrido movimientos interesantes sobre el rendimiento de la deuda venezolana a
corto plazo y “es que ya son muchos menores de lo que eran en el pasado”.
Explicó que a través de este comportamiento, el país puede
tener buenas oportunidades para financiamiento a un costo “más razonable” de
los que obtenía el año pasado.
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