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La comunidad de abejas está disminuyendo de forma acelerada.
Su muerte comenzó a intensificarse, sobre todo, en las últimas tres décadas.
Hay algunas especies que fueron declaradas en peligro de extinción.
De acuerdo con estadísticas de la Unión Europea, la
mortalidad de las abejas es de entre 3,5% y
33,6%.
Esto impacta de lleno en la agricultura, ya que con la
polinización las abejas aseguran que se mantenga el ciclo de vida de diferentes
plantas. De hecho, con esta técnica, ellas influyen en uno de cada tres
alimentos que se consumen en el mundo.
Si bien existen esfuerzos para conservarlas, la estudiante
de diseño industrial Anna Haldewag ha propuesto una solución por si llega lo
peor. Su creación, llamada “Plan Bee” está creado con un material plástico
ligero en el exterior y espuma en el interior y hélices; el cuerpo del dron se
divide en seis secciones con pequeños agujeros que absorben el polen, y
arrojándolo cuando vuelan por encima de otras flores.
Se necesitó de 50 modificaciones para poder concluir con el
diseño actual, la paleta de colores, amarillo y negro, se asemeja a las abejas,
y su forma del revés es similar a una flor.
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