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Lamentablemente, una de las frases más utilizadas para
describir Haití suele ser: “Es el país más pobre del hemisferio occidental”. Y
sí, la pobreza en este caso se asocia inmediatamente con sus enormes desafíos
como la falta de infraestructura, las barreras para acceder a la educación, el
desempleo o la alta mortalidad infantil. En este contexto se hace muy difícil
hablar de emprendimiento innovador. Pero, ¿quién dice que en Haiti no puede
haber innovación?
A diario enfrentamos el reto de concientizar sobre la
importancia de la innovación en un país como Haití, donde se hace aún más
crucial para generar soluciones a los principales retos nacionales. Solemos ser
repetitivos: “No, innovación no tiene que ser necesariamente algo
tecnológico. No es solamente el nuevo
teléfono inteligente. No se trata solo de dispositivos electrónicos o
satélites”. Y constantemente tenemos que estar volviendo a la definición básica
del Manual de Oslo de la OCDE sobre innovación, que la define como “la
introducción de un nuevo o significativamente mejorado producto (bien o
servicio), de un proceso, de un nuevo método de comercialización o de un nuevo
método organizativo, en las practicas internas de la empresa, la organización
del lugar de trabajo o las relaciones externas”.
Desde la División de Competitividad, Tecnología e Innovación
del BID, buscamos la manera de dar impulso a un ecosistema en el que las ideas
innovadoras de los haitianos puedan hacerse realidad para mejorar la calidad de
vida de la gente y transformar la economía del país.
Concurso “Haiti
Startup Talent”
En este contexto se realizó, el 9 de marzo pasado, la
primera edición de “Haiti Startup Talent”, un concurso de emprendimientos
innovadores impulsado por el Campus Henry Christophe de la Universidad del Estado
de Haiti en Limonade, en conjunto con el BID. Además, se contó con el apoyo y
patrocinio de Sunrise Airways, Access Haití, Terminal of Technology, Yunus
Social Business Haití, la Cámara de Comercio e Industria del Norte de Haití,
todos actores clave para la formación del ecosistema de emprendimiento e
innovación en el norte del país. Se destaca el apoyo de la Universidad de
Ottawa, Notman House Montreal y Real Ventures que realizaron una serie de
talleres temáticos para emprendedores e inversionistas, así como acompañaron
los procesos de evaluación y selección del concurso.
Conozcamos a los cuatro ganadores del concurso y sus ideas
inspiradoras:
Anacaona
Con menos de un año de operaciones esta startup haitiana se
dedica a recolectar jabones que los clientes dejan en las habitaciones de los
hoteles en Haití (y pronto en la Republica Dominicana) para someterlo a
procesos de esterilización y mezclarlos con especias y fragancias haitianas,
transformando desechos en productos nuevos de muy alta calidad que valoran las
tradiciones del país. Fundada por tres jóvenes mujeres, Anacaona emplea
actualmente a 10 personas, de las cuales la mitad son mujeres que nunca habían
tenido un empleo formal. Asimismo, donan parte del jabón producido a escuelas
locales apoyando programas de higiene. Ya exportan a Francia, están expandiendo
su producción y recientemente fueron destacados en CNN.
Haiti Plat
Haiti Plat (plato Haiti) fabrica platos desechables
utilizando los residuos fibrosos de la caña de azúcar (“bagasse” en francés). Este
proyecto responde al reto de reducir la producción de desechos, en particular
ofreciendo alternativas al uso de los populares platos desechables de
poliestireno, material muy difícil de reciclar y ya declarado ilegal en varios
países del mundo, inclusive Haiti. Al mismo tiempo, se ofrece una oportunidad
para utilizar el bagazo, el material fibroso que queda de la caña de azúcar
después del proceso de extracción de jugo, que es utilizado por ejemplo por las
industrias que producen ron haitiano.
Makasan
Esta startup haitiana ha repensado el akasan, una bebida
tradicional hecha con maíz, leche y especias. Makasan propone un akasan en
diferentes sabores como chocolate y vainilla, así como versiones hechas con o
sin leche. El equipo ha enfocado sus esfuerzos en desarrollar un producto que
cumpla con los más altos estándares de calidad y que, incorporando el proceso
de pasteurización, pueda ser conservado por más días, sin recurrir a
conservantes. Por ahora, la empresa solo vende en el mercado interno de Haiti,
pero también apuntan a la venta fuera del país.
Monpsy
Monpsy utiliza la tecnología para brindar atención
psicológica. Fundada por un psicólogo, es una aplicación web a través de la
cual usuarios que enfrentan stress crónico, ansiedad y depresión, pueden
acceder a una red de psicólogos para recibir atención. Aprovechando el crecimiento del uso de los
teléfonos inteligentes, Monpsy pretende facilitar el acceso a servicios que
tradicionalmente estarían disponibles únicamente en las principales ciudades de
Haiti. Actualmente se está mejorando el prototipo de la plataforma y el
objetivo es posicionarse como los pioneros en brindar soluciones para terapias
en línea.
Los 4 equipos de jóvenes emprendedores que ganaron el
concurso recibieron como premio una tableta digital y un viaje a la República
Dominicana, que se realizó del 28 al 30 de junio pasado. Allí, tuvieron la
ocasión de presentar sus ideas e interactuar con representantes de la red de
inversionistas ángeles Enlaces, de la red global de emprendedores Startup
Grind, del Centro de Emprendimiento de la Universidad Nacional “Pedro Enrique
Ureña”, y con Rudy Ganna, un emprendedor serial y CEO de Pyhex.
Estas reuniones permitieron a los emprendedores recibir
consejos y sugerencias, así como ampliar su red de contactos. Además, todos los
expertos e instituciones expresaron interés en desarrollar una colaboración más
fuerte entre Haiti y la República Dominicana para fomentar el emprendimiento
innovador.
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Entusiasmo que contagia
En este tipo de
eventos los participantes suelen estar principalmente enfocados por ganar la
competencia y así beneficiarse de los premios. Sin embargo, en esta ocasión, el
ambiente era muy distinto. En medio de la tensión propia de la competencia,
había una sensación de alegría y esperanza. El entusiasmo del sector privado,
gobierno, emprendedores y el nuestro como organizadores, era contagioso. Pudimos
ver de primera fuente el potencial y talento en esos jóvenes que solo están
esperando tener el apoyo y el espacio necesario para florecer. En la foto se
observa a los 11 equipos finalistas luego de realizar sus presentaciones
finales.
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El primer Haiti Startup Talent, con sus participantes,
finalistas y ganadores, nos comprobó que existe el talento, las ganas y el
compromiso de emprendedores dispuestos a aprovechar las oportunidades que se
presentan para crecer y tener éxito. Y vale resaltar que, para ellos, el éxito
no es solo ganar dinero con su empresa, sino solucionar problemas sociales y
mejorar su país.
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