martes, 19 de marzo de 2019

Más apoyo, más innovación y más sostenibilidad - Corresponsables (ESP)

Fuente Web

La apuesta a la investigación, el desarrollo y la innovación (I+D+i) no está en sintonía con el grado de desarrollo económico de España; esto no afecta solamente a la innovación tecnológica, sino también a la social. De acuerdo a diferentes, informes y rankings se requiere de mayor apoyo gubernamental que propicie condiciones para que el sector privado invierta en este sector. En materia de innovación social son muchos los esfuerzos que se hacen desde la sociedad civil y ayuntamientos para innovar con un impacto social y medioambiental.

En España la investigación y el desarrollo (I+D) sigue siendo unas de las asignaturas pendientes, ya que la inversión en I+D está por debajo de la media de Europa, de acuerdo con el informe Cotec, publicado en 2018 y realizado por la Fundación Cotec, organización privada sin ánimo de lucro cuya misión es promover la innovación como motor de desarrollo económico y social. El informe puntualiza que en 2018 nuevamente los datos “muestran que la I+D no está acompañada al crecimiento económico de nuestro país (…) el incremento de la inversión se mantiene —por sexto año consecutivo— por debajo del crecimiento del PIB, lo que nos aleja otra vez de los países de nuestro entorno y del conjunto de la Unión Europea”.

En este resultado también coincide el último ranking mundial en innovación realizado por Bloomberg, que ubica a España en el puesto 29 en innovación. En este ranking se mide el gasto en investigación y desarrollo y la concentración de empresas públicas de alta tecnología.

Por su parte, desde la OCDE se indica que España es en la actualidad uno de los países desarrollados que, en relación con su PIB, presenta un menor apoyo público a la ciencia, la tecnología y la innovación en el sector privado (ocupa la posición 22 entre los países de la OCDE), lo que a juicio de la Fundación Cotec afecta la inversión privada en I+D. Esta situación “es un reto para las políticas públicas, puesto que son las administraciones las responsables de crear las condiciones de entorno (regulatorio, fiscal, educativo, financiero, cultural…) adecuadas para el desarrollo de un tejido empresarial que apueste definitivamente por la I+D”.

Innovación con apellido social

La situación es muy parecida en el ámbito de la innovación social. Un estudio de The Economist titulado “Old problems, new solutions: Measuring the capacity for social innovation across the world”, apunta a que España ocupa la posición número 28 de una lista 45 países. La investigación revela que “aunque hay numerosos ejemplos de innovación local a nivel municipal y muchos auspiciados por la UE, hay muy poca consciencia nacional acerca de la innovación como un concepto cohesivo y no hay estrategias o financiamiento a nivel nacional para alentar su adopción”.

En este sentido y tomando en consideración el contexto nacional, la innovación social en España y su fomento han estado muy asociados a procesos de ciudadanía y participación civil que están liderados por ayuntamientos o por la propia sociedad civil, y no por Gobiernos autonómicos o nacionales, como señala Maira Cabrini, directora de Comunicación de Ashoka España. “Una sociedad civil colaborativa y organizada, la participación en los procesos de decisión colectiva, manifestaciones, actividad política, el voluntariado son la base para activar una actitud generalizada de resolución de retos”, concluye Cabrini.

Haga click en este enlace para leer el resto del informe.

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