Foto: Alto Nivel |
Miles de
doctoras en México y en el mundo podrían contar esta historia: “Aunque llevo mi
bata blanca y me presento como médico, los pacientes asumen que soy una
enfermera o una asistente. Y peor aún, si en el lugar hay un hombre, porque los
pacientes solo se dirigen a él; es al único al que cuentan su historia, al que
hacen preguntas”.
Lo mismo
cuenta María del Rosario Olivera, directora médica de la compañía de biofarma
Bristol-Myers Squibb (BMS). Le sucedió cuando era estudiante y hacía rondas en
hospitales. Por fortuna, cuando ingresó al mundo laboral eso cambió. En la
actualidad, María tiene a su cargo un equipo médico de 20 personas de tres
países: México, Colombia y Venezuela.
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