viernes 20 de mayo de 2011
Argentina y Brasil buscan afianzar sus acuerdos energéticos con Bolivia y proyectan, en el futuro, mejorar las relaciones bilaterales, indicaron ayer, por separado, representantes de ambos países durante el Primer Congreso Internacional YPFB Gas & Petróleo, efectuado en el hotel Los Tajibos de la capital cruceña.
Argentina y Brasil buscan afianzar sus acuerdos energéticos con Bolivia y proyectan, en el futuro, mejorar las relaciones bilaterales, indicaron ayer, por separado, representantes de ambos países durante el Primer Congreso Internacional YPFB Gas & Petróleo, efectuado en el hotel Los Tajibos de la capital cruceña.
Antonio Luis Pronsato, interventor del Ente Nacional regulador del Gas de Argentina, y el embajador de ese país en Bolivia, Horacio Macedo, coincidieron en señalar que los acuerdos suscritos con YPFB no significan otra cosa que el potenciamiento de las relaciones de gas entre ambas naciones.
“Una obra importante y estratégica es el gasoducto Juana Azurduy (GIJA) y el GNEA que nos lleva a Tartagal. El contrato con Bolivia y la adenda que hemos firmado está bien hecho. Aquí tenemos a dos pueblos hermanados, esto es un objetivo que tenemos a mediano y largo plazo para definir nuestras inversiones. Ahora espero que la habilitación operativa del gasoducto sea el día de mi cumpleaños, el 31 de mayo”, indicó Pronsato.
En la actualidad, Bolivia envía a Argentina un promedio de siete millones de metros cúbicos por día de gas (MMm3/d) que se ampliará de forma gradual hasta 27,7 millones. A su vez, el subsecretario de Coordinación y de Gestión del Ministerio de Planificación Federal, Roberto Baratta, afirmó que su país tiene la plena certeza de que Bolivia va a cumplir con la entrega de los volúmenes de gas y Argentina hará el pago correspondiente.
Por su lado, el gerente ejecutivo de Marketing de Petrobras, Eduardo Monteiro de Castro, que disertó sobre la estrategia gasífera de la compañía y su relación con Bolivia, se limitó a señalar que trabajan arduamente en la explotación de El Presal, pero que dicha actividad tiene como objetivo desarrollar las reservas de petróleo.
Refiriéndose a Bolivia, destacó que sus expectativas son alentadoras para seguir exportando el energético a otros países. También confirmó la importación del energético a su nación. Entretanto, la directora de Gas y Energía de Petrobras de Brasil, María das Gracas Foster, envió una carta al presidente de YPFB, Carlos Villegas, en la que expresó que en breve espera reunirse con el Gobierno boliviano para consolidar la integración energética.
Al respecto, el presidente de la Cámara Boliviana de Hidrocarburos y Energía (CBHE), Carlos Dellius, indicó que Bolivia tiene ciertos problemas para cumplir con los volúmenes máximos de los contratos, pero cree que el país va a cumplir, como siempre lo ha hecho, con sus compromisos. En cuanto al respaldo jurídico, manifestó que el sector espera que salga la nueva ley de hidrocarburos.
También dijo que se requieren más mercados para garantizar la recuperación de las inversiones.
Bolivia exporta gas a Argentina y a Brasil, pero hay otras naciones como Paraguay y Uruguay que expresaron su interés en suscribir acuerdos de compraventa de gas con el país.
Ejecutivos petroleros, ausentes
El primer Congreso Gas y Petróleo tuvo a dos grandes ausentes que ‘opacaron’ el encuentro.
Tanto la directora de Gas y Energía de Petrobras de Brasil, María das Gracas Foster, y el ministro de Energía y Petróleo de Venezuela y titular de Pdvsa, Rafael Ramírez, faltaron a la cita por problemas de índole empresarial.
La directora de gas y energía de Petrobras debía exponer sobre la estrategia gasífera de Brasil y su relación con Bolivia. Empero, en su remplazo estuvo el gerente ejecutivo de Marketing, Antonio Eduardo Monteiro de Castro.
Por su lado, el titular de Pdvsa, tampoco pudo llegar al cónclave. El tema que debía disertar era Desarrollo de la industria y la expansión del mercado del gas natural.
Durante la cita energética también se observó la ausencia de analistas energéticos y de empresarios petroleros. La otra cara fue la participación de sectores sociales.
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