sábado 21 de mayo de 2011
El presidente de Petropar, Juan Alberto González Meyer, y su gerente financiero Gabino Benítez manipulan la información contable de la petrolera estatal para obtener ganancias ficticias que les permitan seguir sosteniendo el irracional argumento por el cual la fiscalía solicitó días atrás el sobreseimiento definitivo en las dos imputaciones que pesaban sobre el titular de la petrolera, para así seguir cometiendo impunemente hechos dolosos contra el patrimonio público, según los documentos.
El presidente de Petropar, Juan Alberto González Meyer, y su gerente financiero Gabino Benítez manipulan la información contable de la petrolera estatal para obtener ganancias ficticias que les permitan seguir sosteniendo el irracional argumento por el cual la fiscalía solicitó días atrás el sobreseimiento definitivo en las dos imputaciones que pesaban sobre el titular de la petrolera, para así seguir cometiendo impunemente hechos dolosos contra el patrimonio público, según los documentos.
Esto se demuestra categóricamente con un informe interno de Petropar, que revela cómo se burlaron (o en confabulación) de la fiscalía, ya que el agente fiscal Sergio Alegre y su predecesor Eduardo Cazenave utilizaron como “argumento” para el “blanqueo” que la estatal tiene un supuesto superávit, por lo que concluyó que no hubo daño patrimonial con la sobrefacturación de US$ 1.860.000 en la operación con Vitol SA, una de las causas.
Sin embargo, los documentos que venimos publicando revelan que la actual administración del ente oculta una parte de la deuda con PDVSA al no contabilizar el importe de dos facturas por valor de US$ 30.892.874.
Este ocultamiento del pasivo, además de representar un grave delito económico, le permite a Petropar exhibir una ganancia irreal en su balance, ya que vendió productos cuyos costos no fueron incorporados.
Además de esconder la deuda, Petropar adquirió irregularmente gasoíl de PDVSA, sin adendas y contratos firmados, por valor de US$ 119,1 millones, lo que significa que la valoración y contabilización de los mismos no fueron realizadas con los precios acordados de antemano, sino con los que la administración del ente considera ideal para sus intereses. ¿Si Petropar obtiene ganancias, por qué está pidiendo un reajuste al público del precio del gasoíl?
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