domingo 29 de abril de 2012
Todo parece indicar que Venezuela vive momentos decisivos sobre su estabilidad como nación. Así lo dio a entender el diputado a la Asamblea Nacional Julio César Montoya Medero en Miami, tras visitar Washington D.C. donde el Drug Enforcement Administration (DEA) indaga al ex magistrado del Tribunal Supremo Eladio Aponte, luego de admitir que era utilizado por el presidente Hugo Chávez y abandonar el país sudamericano.
“Me tocó hace un año y 8 meses denunciar la alianza del magistrado Aponte con el narcotraficante Walid Makled”, señalaba el legislador venezolano a Diario Las Américas. “Denuncié que Makled contaba con transporte aéreo, acceso a aeropuerto y carné de Guardia Nacional, así como del Tribunal Supremo de Justicia firmado por Aponte”, subrayaba.
“Aponte fue designado juez supremo en materia penal por el presidente Chávez pero primero fue nombrado fiscal militar nacional”, recordaba. “Eso demuestra que era un hombre de confianza impresionante del Presidente”, reseñaba.
A todo esto, el diputado venezolano, miembro de una coalición de partidos políticos de izquierda y Unidad Nacional que enfrenta al gobierno de Chávez, añadía que el magistrado Aponte se convirtió en “una figura tenebrosa para la justicia venezolana”.
“Él ha admitido públicamente que torció la justicia por orden del Presidente y ministros para perseguir a la oposición política”, apuntaba.
“Tenemos los expedientes que demuestran su culpabilidad. Una jueza y un diputado enviados a la cárcel, así como más de 50 dirigentes de la oposición que tuvieron que salir el exilio”, aseguraba.
“En la declaración de Aponte hay dos vertientes: manipulación de la justicia y vinculación de oficiales de las Fuerzas Armadas con el tráfico de drogas”, recalcaba. “Vinculación que incluye al Ministro de Defensa, el Jefe del Ejército y la Oficina Nacional Antidrogas”, destacaba.
“Aponte sólo admite que conoció al traficante Walid Makled pero yo he presentado las pruebas que lo vinculan”, determinaba. Pruebas muy específicas como los carné antes mencionados, fotografías y descripción de negocios acaecidos.
“Aponte ahora está en manos de la DEA en Washington DC”, recordaba el legislador venezolano por San Francisco del estado Zulia. “Veremos lo que va a pasar en los próximos días”, apuntaba.
De hecho, la Asamblea Nacional de Venezuela, que alberga más de la mitad de los escaños en manos del Presidente Chávez, acaba de aprobar un acuerdo en el que rechaza las declaraciones del ex magistrado del Supremo Eladio Aponte sobre la manipulación de la justicia en su país.
“Ahora meten la cabeza en un hueco como el avestruz”, manifestaba el señor Montoya. “En vez de investigar pues atacan y eso no conviene al país. Venezuela está entrando en un problema de violencia muy grave que es básicamente derivada por el aumento del consumo de drogas y la creación de mafias narcotraficantes”, indicaba.
De hecho, Venezuela cuenta con unos 28 millones de habitantes y registra entre 17.000 y 19.000 homicidios por año, según datos suministrados por la organización International Crisis Group (ICG), basada en Bruselas. Decenas de cadáveres acribillados a balazos llegan a la morgue de Caracas cada fin de semana y millones de armas de fuego circulan ilegalmente por el país.
“Desde que Hugo Chávez llegó al gobierno hace 12 años, el crimen ha crecido hasta convertirnos en uno de los países más violentos del mundo, mucho más que Colombia o México, que tienen conflictos armados”, manifestaba a la prensa meses atrás el coordinador de seguridad por la Mesa de Unidad Democrática (MUD) Luis Izquiel.
Asimismo, el diputado Julio César Montoya Medero indicaba la importancia de la elección presidencial en el mes de octubre. “El Presidente está enfermo pero nosotros (la oposición dada por la MUD) no tenemos en cuenta la enfermedad. Nuestro trabajo es ganar las elecciones con Chávez de candidato”, afirmaba.
Por otra parte, Chávez tilda a la oposición de ser burguesa y derechista. Incluso pro imperialista. “Él culpa a la derecha y los Estados Unidos de todos los males del país”, indicaba.
“No es cierto que todo lo que adversa a Chávez es la derecha venezolana”, afianzaba. “La mayoría, un 80%, son de centro izquierda. La mayoría de los dirigentes que combatimos a Chávez hoy estuvimos con él en algún momento”, reconocía. “Creímos en su invocación a la soberanía, la autodeterminación y la justicia social pero vimos que era mentira”, aseveraba.
“La izquierda que nosotros vemos es la que ha llevado al norte de Europa al progreso y relanzado a Chile. Una izquierda profundamente democrática con mercado libre y justicia social”, consolidaba.
“La estrategia del chavismo es quitarle votos a la oposición. Sean 10 mil votos allí cuando reasigna circuitos y mueve electores ó 15 mil aquí en Miami con el cierre del Consulado, pero creo que ganaremos. Que repetiremos un resultado electoral similar al de las elecciones parlamentarias anteriores cuando obtuvimos el 52 % de los votos”, recordaba. “Creemos que Henrique Capriles Radonski ganará y aspiramos a la reconciliación de los venezolanos”, concluía.
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