![]() |
| Fuente Web |
La oposición en Venezuela ha experimentado múltiples vías
para acceder al poder. En los tiempos de la Coordinadora Democrática
se priorizó las vías golpistas e insurreccionales. El golpe de Estado del 2002
y el paro petrolero del 2003 son pruebas irrefutables de esto. No obstante,
esta coalición ensayó la vía pacífico legal en el Referéndum Revocatorio del
2004.
En aquel entonces Fedecámaras, la CTV y las ONG financiadas
desde el extranjero hegemonizaron la dirección opositora por encima de los
partidos políticos. Después de los fracasos estrepitosos, se desmorona la C.D. y la Revolución entra en un
periodo de ofensiva política. La falta de acuerdos y los pronósticos de derrota
llevaron a la oposición a no participar en las parlamentarias del 2005.
Salvo la efímera campaña electoral de Manuel Rosales en el
2006, los esfuerzos unitarios opositores no volvieron a cuajar hasta el 2008
con la presentación pública de la
Mesa de la Unidad Democrática. El cese de concesión de RCTV
y la derrota de la
Reforma Constitucional fueron las sustancias catalizadoras
que aceleraron la “unidad”.
La Mesa
de la Unidad
Democrática surge con los mismos intereses y fines que la Coordinadora Democrática
pero con ligeras variaciones. Por un lado, la MUD nace tanto para recuperar terreno en las
elecciones regionales del 2008, como para enfrentarse a la Enmienda Constitucional
del 2009. Por otro lado, la dirección de la “Unidad” estaba constituida
fundamentalmente por los partidos políticos y no tanto por los factores
gremiales. En consecuencia, el segundo esfuerzo unitario de la oposición
priorizaría las vías electorales sobre las violentas.
Es posible que Estados Unidos como principal aliado de la
oposición cumpliera una función en esta dirección. La salida de la Administración Bush
en el 2009 y el acceso al poder del Partido Demócrata encabezado por Obama,
pudieran haber impulsado un cambio dentro de la oposición. Quizás la Administración Obama
que tuvo como Secretaria de Estado a Hillary Clinton partidaria del llamado
“smart power” o “poder inteligente” emprendiera una política para Venezuela
dirigida a recobrar la influencia norteamericana y derrotar al chavismo por
vías electorales.
El llamado “poder inteligente” consiste en combinar el “hard
power” (invasión militar, bloqueo, operaciones militares encubiertas) con el
“soft power” (operaciones psicologicas, campaña mediática, ofensiva cultural y
político-electoral) para lograr lo que denomina Joseph Nye una “política
vencedora”.
Es ilustrativo algunos informes de inteligencia desclasificados
de los Estados Unidos para la fecha, que identifican como debilidades del
gobierno venezolano la inseguridad, las deficiencias en los servicios básicos y
el problema económico. Tal vez la
Embajada de los Estados Unidos “estimulara” al nuevo liderazgo
opositor que coincidiera con este enfoque, lo que no quiere decir que se
encuentre descartada ninguna alternativa que permita vencer al chavismo.
Escuche la entrevista completa aquí.

No hay comentarios:
Publicar un comentario