miércoles, 14 de septiembre de 2016

Referéndum Revocatorio. ¿Revocar o Derrocar? – Entorno Inteligente


Fuente Web
El pasado sábado 3 de septiembre el intelectual opositor Fernando Mieres coloca en su Twitter: “Estoy convencido: si el Revocatorio no revoca a Maduro, lo derroca. Esa es la idea”. Sin lugar a dudas, Mieres señala lo que viene siendo en la práctica la combinación estratégica de todas las formas de lucha por parte de la dirigencia opositora. Ahora bien, vamos a ponerle lupa al asunto:

La oposición en Venezuela ha experimentado múltiples vías para acceder al poder. En los tiempos de la Coordinadora Democrática se priorizó las vías golpistas e insurreccionales. El golpe de Estado del 2002 y el paro petrolero del 2003 son pruebas irrefutables de esto. No obstante, esta coalición ensayó la vía pacífico legal en el Referéndum Revocatorio del 2004.

En aquel entonces Fedecámaras, la CTV y las ONG financiadas desde el extranjero hegemonizaron la dirección opositora por encima de los partidos políticos. Después de los fracasos estrepitosos, se desmorona la C.D. y la Revolución entra en un periodo de ofensiva política. La falta de acuerdos y los pronósticos de derrota llevaron a la oposición a no participar en las parlamentarias del 2005.

Salvo la efímera campaña electoral de Manuel Rosales en el 2006, los esfuerzos unitarios opositores no volvieron a cuajar hasta el 2008 con la presentación pública de la Mesa de la Unidad Democrática. El cese de concesión de RCTV y la derrota de la Reforma Constitucional fueron las sustancias catalizadoras que aceleraron la “unidad”.

La Mesa de la Unidad Democrática surge con los mismos intereses y fines que la Coordinadora Democrática pero con ligeras variaciones. Por un lado, la MUD nace tanto para recuperar terreno en las elecciones regionales del 2008, como para enfrentarse a la Enmienda Constitucional del 2009. Por otro lado, la dirección de la “Unidad” estaba constituida fundamentalmente por los partidos políticos y no tanto por los factores gremiales. En consecuencia, el segundo esfuerzo unitario de la oposición priorizaría las vías electorales sobre las violentas.

Es posible que Estados Unidos como principal aliado de la oposición cumpliera una función en esta dirección. La salida de la Administración Bush en el 2009 y el acceso al poder del Partido Demócrata encabezado por Obama, pudieran haber impulsado un cambio dentro de la oposición. Quizás la Administración Obama que tuvo como Secretaria de Estado a Hillary Clinton partidaria del llamado “smart power” o “poder inteligente” emprendiera una política para Venezuela dirigida a recobrar la influencia norteamericana y derrotar al chavismo por vías electorales.

El llamado “poder inteligente” consiste en combinar el “hard power” (invasión militar, bloqueo, operaciones militares encubiertas) con el “soft power” (operaciones psicologicas, campaña mediática, ofensiva cultural y político-electoral) para lograr lo que denomina Joseph Nye una “política vencedora”.

Es ilustrativo algunos informes de inteligencia desclasificados de los Estados Unidos para la fecha, que identifican como debilidades del gobierno venezolano la inseguridad, las deficiencias en los servicios básicos y el problema económico. Tal vez la Embajada de los Estados Unidos “estimulara” al nuevo liderazgo opositor que coincidiera con este enfoque, lo que no quiere decir que se encuentre descartada ninguna alternativa que permita vencer al chavismo.

Escuche la entrevista completa aquí.

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