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El pasado lunes 24, el enviado del Vaticano, el Nuncio Emil
Paul leyó un comunicado cuya primera línea era “hoy inicia el diálogo”, en
presencia de un solitario Secretario Ejecutivo de la Mesa de la Unidad Democrática
(MUD), Jesús “Chúo” Torrealba, parado en una esquina del salón y de los
representantes del gobierno, sentados del otro lado.
A partir de allí, el ir y venir de posturas opositoras con
respecto a esa primera frase del documento no se hizo esperar.
El diálogo para unos, encuentro para otros, pautado para
este domingo 30 en el Museo Alejandro Otero de La Rinconada (Caracas)
estuvo rodeado del más absoluto hermetismo, misterio y una “dudosa”
comunicación política por parte de los opositores. De hecho, parecía un juego
al escondite para la prensa. Primero se decía que sería en el Meliá y como a
las 5:00pm se supo que sería en La Rinconada.
Unidad no tan unida
Tras varios días manteniendo que “no estaban dadas las
condiciones para el diálogo” y que esperaban ir unidos, la MUD mantuvo una serie de
reuniones internas y con la
Nunciatura.
De esas reuniones puertas adentro del denominado G4 (PJ, AD,
VP, UNT) no hubo humo blanco.
VP mantenía la posición de que no había condiciones y AD, a
lo Poncio Pilatos, se lavaba las manos diciendo que “si no iban todos”, ellos
no asistirían.
Dentro de PJ también había inconformidades. Aunque se estaba
de acuerdo en asistir a los encuentros con el Vaticano, había ciertas
“desavenencias” en cuanto a las formas.
Ni playa, ni sol y
mucho menos arena
Margarita se quedó esperando. El tan esperado cara a cara
oficial entre los representantes de la
MUD y el Gobierno, finalmente fue en Caracas con lo que la
oposición se anotó un punto. Empatado por el Gobierno, ya que la reunión se dio
en su “territorio”: en el Museo Alejandro Otero en La Rinconada.
Pero este “empate”
tuvo una previa bastante “gris”.
Se conoció que el exjefe del gobierno español, José Luis
Rodríguez Zapatero, estuvo reunido en horas del mediodía en Bello Monte, en un
encuentro “no muy cordial” con el gobernador de Miranda, Henrique Capriles. Al
tiempo que una llamada directa del Vaticano, específicamente de Pietro Parolin,
Secretario de Estado de la
Santa Sede; a Acción Democrática fueron los detonantes para
que estos dos partidos contarán con una representación en el encuentro.
Además de un G4 “cojo” puesto que no acudió VP, asistió el
gobernador del estado Lara, Henri Falcón, por Avanzada Progresista (AP). Esta
presencia se había manejado desde hacía tiempo.
De los partidos minoritarios en la coalición opositora, AP
ha mantenido su postura pro diálogo.
El encuentro no fue
televisado
Con la introducción del Nuncio Apostólico, Claudio Maria
Celli seguida de, un inusual y breve
discurso por parte del presidente Nicolás Maduro, quien sólo estuvo para “la
foto” y luego se retiró. A partir de eso, se dio inicio a la reunión que no fue
televisada. Un punto indiscutible para el Gobierno.
Sin embargo, tal parece que desde el Ejecutivo se tenía
alguna “duda” de la asistencia de la
MUD puesto que, el Presidente tuvo que esperar varios minutos
a que llegaran los representantes opositores antes de entrar al Museo.
Por cierto, es de extrañar que ante la asistencia del Primer
Mandatario no hubo el despliegue acostumbrado de Casa Militar.
El encuentro duró casi seis horas, en la que los
representantes de ambos bandos y los facilitadores mantuvieron los estómagos
llenos gracias a las bandejas de queso, jamón serrano, coppa, salchichón,
cremas árabes y falafel servidas a lo largo de la noche.
El primer frente a frente del chavismo y la oposición arrojó
un comunicado, que marca una agenda y una fecha para un próximo encuentro: el
11 de noviembre.
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