Fuente Web |
Lanzarse a emprender una startup puede parecer muy fácil en
la teoría: agarras una idea, la aplicas y posteriormente mueves todos los
recursos posibles en un garaje donde algún día, mágicamente, se acercará un
inversionista con capital y triunfarás.
Lamentablemente, la realidad dista mucho de la idealización
que podemos tener en nuestra mente. No obstante, los emprendedores suelen citar
con frecuencia qué es lo que los ha llevado a fracasar en numerosas charlas y
ferias del sector.
Por ello, hemos querido recopilar una serie de ellos para
que a ti no te pase lo mismo o que al menos minimices el margen de error.
1. No tener ventaja
competitiva
La ventaja competitiva en tu negocio debe ser la piedra
angular y es lo que diferencia de otras empresas dándote una posición de
mercado superior.
Si no tienes una ventaja competitiva (ya sea tecnológica,
técnica o de capital humano), no puedes pretender que puedas ganar a competidores
que ya llevan un largo recorrido en tu mismo mercado.
Debes tener algo disruptivo que suponga hacer las cosas
mejor, más rápido o más eficientemente que la competencia.
2. No realizar una
investigación de mercado
Muchas personas se preguntan cómo es posible que su negocio
haya fracasado en México, si en Estados Unidos funciona. Tu negocio de
desayunos con cereales puede que funcione en CDMX pero lo más probable es que
fracase si lo pones en Chihuahua.
Las tortas ahogadas funcionan muy bien en Guadalajara pero
no son nada populares en la capital.
Si realizas una investigación de mercado, evitarás caer en
estos errores.
3. Tener un negocio
de bajo valor añadido
El valor es algo de difícil medida. No existe ninguna receta
mágica por lo que algo que vale 0 cuete $1,000 sin esfuerzo. Si nadie
identifica el valor de tu producto y si nadie está dispuesto a pagar lo que tú
crees que vale, no te comprarán.
Debes localizar dónde está el valor de tu producto y cómo
incrementarlo en el tiempo. De lo contrario, no lo venderás.
4. No tener capital
Hay emprendedores que piensan que es posible emprender sin
capital o con muy bajo capital.
Esto no es cierto.
Es verdad que puedes aprovechar las técnicas de Growth
Hacking Marketing para reducir los costos al mínimo, pero las personas de tu
equipo son un costo fijo que tienes que pagar. Recuerda que nadie trabaja
gratis y que hay miles de startups que pagarán mejor que la tuya, y los abrazos
y buenas palabras no pagan las facturas de nadie.
5. Mal management
Otros tantos piensan que son el nuevo Carlos Slim, pero la
realidad es que gestionar una compañía es bien difícil. Mantener motivado a tu
equipo (incluso a ti mismo) es una tarea tediosa. Pensar que todo va a salir
bien después de dar las instrucciones y despreocuparse es otro error
tradicional. Si las empresas ya establecidas tienen enormes problemas de
management, ¿qué te hace pensar que tú no los vas a padecer?
6. Querer crecer
demasiado rápido
Un clásico. La startup que en 2 años pasa de 5 a 50 trabajadores. Al año
siguiente despide a 20. ¿Por qué? Porque creció demasiado rápido.
Es verdad que el mercado puede obligarte a que necesites más
trabajadores, la ambición puede hacerte pensar que tienes que ganar más dinero
a toda costa, pero lo más probable es que el globo se desinfle igual de rápido
que se infló.
A veces es mejor renunciar a clientes a los que no puedes
atender que tratar de atenderlos y fracasar porque has contratado a
trabajadores demasiado rápido sin un proceso de selección adecuado.
7. Hacerse colega de
los capitalistas de riesgo (y pensar que añaden valor)
Los capitalistas de riesgo o VC (Venture Capital) son
personas y compañías que buscan ganar dinero con tu negocio. Ni son amigos ni
te van a dar el dinero sin contrapartidas.
Es un error pensar que son tus amigos y que te dejan el
dinero sin que les des algo a cambio. Mantén las distancias, ya que son
empresarios como tú y lo que buscan es rentabilizar su inversión. Ellos no
añaden valor a tu negocio, eres tú el que lo añade con el dinero que te han
prestado.
8. Friends don’t let friends build startups
Este es un mantra de Amazon, aunque en vez de startups dice
“data centers”.
Tus amigos son un buen apoyo para emprender, pero tienes que
pensar que en temas de negocio una amistad puede acabar arruinada. Y puedes
perdonar errores que a un profesional no perdonarías por el mero hecho de ser
tu amigo.
Tus amigos, si son válidos, puedes contratarlos. Pero tu rol
en la compañía es el de CEO, y si tienes que despedirlos, enojarte con ellos o
reprenderlos, no puedes actuar como un amigo.
9. Creer que lo sabes
todo y que tus competidores son idiotas
¿Cuántos casos se dan de emprendedores que creen que los
competidores lo hacen todo mal, salvo él? Tus competidores, sobre todo los que
llevan años, probablemente estén ahí porque saben más que tú. Aprende de ellos,
estúdialos, copia y mejora lo que les funcione, pero no les infravalores por
ser “dinosaurios”. A no ser que tú seas el meteorito que los elimine, claro.
10. Querer ganar
dinero sin pasión por lo que haces
Si tu única intención es revender tu startup al mejor
postor, hacer dinero sin preocuparte el capital humano de tu compañía, explotar
a todos los trabajadores de tu empresa (menos a ti), y simplemente ves tu
startup como un medio para hacer plata y no como un fin, lo más probable es que
fracases ya que te falta pasión.
Sin pasión por las cosas bien hechas, hoy Microsoft seguiría
estando en medio del desierto de Albuquerque, Apple seguiría vendiendo sus
computadoras a mano en una tienda y Chipotle una cadena más de Tex-Mex.
No cometer estos errores no te garantiza el éxito, pero sin
duda te hará estar más cerca de los grandes a los que quieres imitar o incluso
superar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario