Fuente: AP |
El ojo del huracán Irma recorría este viernes la costa norte
de Cuba rumbo a Florida dejando en su estela mortal una cadena devastada de
islas caribeñas cubiertas de madera astillada, metal corrugado y carros
maltratados.
El número de muertos en el Caribe alcanzó al menos 21 y se
espera que aumente a medida que los rescatistas lleguen a algunas de las zonas
más afectadas, señaló AP.
Un nuevo peligro estaba en el horizonte desde el este: el
ciclón José, un huracán de categoría 4 y vientos de 150 mph que podrían volver
a castigar las zonas devastadas.
"No creo que se necesite un científico de cohetes para
saber que un daño adicional es inminente", dijo el inspector Frankie
Thomas, de la Policía Real de Antigua y Barbuda.
El viernes por la mañana, Irma se debilitó de categoría 5 a una todavía temible
categoría 4, con vientos cercanos a 240 km/ h
Irma destruyó casas, escuelas, tiendas, carreteras y barcos
el miércoles y el jueves mientras rodaba sobre algunos de los paraísos de playa
más famosos del mundo, incluyendo Saint Martin, Saint Bart, Sanit Thomas,
Barbuda y Anguila.
Dejó sin electricidad, agua y servicio telefónico, atrapó a
miles de turistas y despojó a los árboles de sus ramas dejando un paisaje
desolador.
Se informó de saqueos en Saint Martin y se impuso un toque
de queda en las Islas Vírgenes.
El gobernador Kenneth Mapp de las Islas Vírgenes de los
Estados Unidos impuso toque de queda para "asegurarse de que la gente
tenga comidas, agua y refugio", dijo el funcionario. "Un evento de
esta magnitud es muy escalofriante".
Cuba por su parte, evacuaba el viernes a los turistas alojados
en hoteles costeros mientras en Florida se agotaban el agua embotellada y la
madera enchapada ante la inminente llegada de Irma.
El huracán pasó frente a Puerto Rico, República Dominicana y
Haití y golpeó a las Islas Turcos y Caicos el viernes temprano con olas de
hasta seis metros.
Irma también se desplazó a lo largo de la costa norte de
Cuba, donde miles de turistas fueron evacuados y llevados al balneario de
Varadero, mucho más al occidente, al tiempo que estaciones meteorológicas
captaron olas de entre cuatro y cinco metros en el litoral.
"Estamos muy preocupados. Hay que tomarse este ciclón
en serio", dijo Javier López, un trabajador de una brigada estatal de
mantenimiento.
López y otros cinco compañeros cubrían los ventanales de un
comercio en el centro de la población de Remedios, uno de los lugares por donde
se espera que pase más cerca el vórtice del meteoro. "Tenemos que
prepararnos para que Irma cause el menor daño posible", agregó.
En algunas localidades, la Defensa Civil y las autoridades
cubanas circulaban en camionetas verde olivo con altoparlantes a través de los
que aconsejaban a la población aprovisionarse de agua y alimentos y no
transitar por la calles cuando lleguen los fuertes vientos. Brigadas de
trabajadores destapaban cañerías callejeras y las personas colocaban bolsas
rellenas con tierra sobre sus techos de láminas metálicas.
A lo largo de la costa norte se produjeron miles de
evacuaciones de residentes cubanos hacia centros especializados o de personas
que se movilizaban a casa de familiares en zonas más protegidas, mientras
sacaban sus pertenencias ante la amenaza del meteoro.
En la localidad de Baracoa en el oriente cubano, la fuerza
del mar rompió el muro de contención de la avenida litoral. No se reportaban
muertos.
En vista de que Irma transitaba a lo largo de Cuba, el
gobierno decretó un alerta hasta La Habana, la capital, donde los meteorólogos
esperan marejadas.
Masivo éxodo en EEUU
para huir del huracán Irma
Cientos de miles de personas evacuaban el viernes zonas
costeras del sureste de Estados Unidos para escapar del huracán Irma, que dejó
una veintena de muertos a su paso por otras islas del Caribe.
En Florida, donde Irma se espera para el fin de semana, las
dos principales autopistas ofrecían el mismo espectáculo: hacia el norte
vehículos cargados con todo tipo de enseres, desde colchones hasta kayaks;
hacia el sur, convoyes militares para abastecer de gasolina a las estaciones de
servicio y permitir que más gente evacúe la zona, señaló AFP.
Irma, un huracán de categoría 4 en una escala de 5, es
considerado "extremadamente peligroso", con vientos de 240 km/h que podrían
provocar un aumento de la marea de casi ocho metros por encima del nivel normal
del mar.
Según el último boletín del estadounidense Centro Nacional
de Huracanes (CNH), entre este viernes y el sábado el ojo del huracán estará
cerca de la costa norte de Cuba y el centro de las Bahamas, y el domingo en la
mañana próximo a los Cayos de Florida y el resto de la península.
En Cuba, ya se
sentían las ráfagas de Irma.
Unos 200.000 residentes, principalmente en las provincias de
Camagüey y Ciego de Avila, abandonaron sus hogares, y casi 10.000 extranjeros
fueron evacuados de las zonas turísticas más amenazadas. Además, seis delfines
de un acuario de Cayo Guillermo fueron trasladados en helicóptero fuera de ese
islote.
"No nos asustas
Irma"
"El huracán Irma es de proporciones épicas",
tuiteó el presidente estadounidense Donald Trump. "Apártense de su
camino", advirtió.
Más de un millón de personas están sujetas a las órdenes de
evacuación obligatoria que rigen en Florida y en el vecino Georgia. Pero el
gobernador de Florida, Rick Scott, dijo que los 20,6 millones de habitantes del
estado "deben estar preparados para evacuar pronto".
"La tormenta es poderosa y mortal", enfatizó.
La "ventana para ubicarse en el lugar correcto para
soportar la tormenta, bien sea evacuando o refugiándose, se está cerrando
rápidamente", advirtió por su parte el secretario de Salud estadounidense,
Tom Price.
En Miami Beach, Steven Schlacknam, un artista de 51 años
cargaba sus enseres en un automóvil para
dejar su casa. "Acabo de guardar todo lo que necesitaba que no era
reemplazable", dijo. "Si no puedo volver, me iré con mi familia a
Nueva York y empezaré de nuevo".
La avenida Ocean Drive, usualmente llena de vida con sus
famosas tiendas y restaurantes, estaba desierta. "No nos asustas
Irma", se leía en algunos grafitis sobre las placas de madera que tapiaban
las vidrieras.
"Sólo podemos rezar por lo mejor. Uno pone lo que puede
en una maleta y espera", comentó resignado David Wallack, de 67 años y
dueño de un club de salsa.
El director de la agencia estadounidense de gestión de
emergencias FEMA, Brock Long, también instó a la población a abandonar las
zonas de riesgo.
"Puedo garantizar que no conozco a nadie en Florida que
haya vivido lo que está a punto de golpear el sur" del estado, dijo.
"Carros dados
vuelta"
Irma ya impactó como categoría 5 en varias islas del Caribe.
Las autoridades reportaron 18 muertos (dos en Puerto Rico, cuatro en las Islas
Vírgenes, uno en Barbuda, nueve en las islas francesas Saint Martin y Saint
Bart, y dos del lado holandés de Saint Martin) y decenas de heridos.
El papa Francisco, de visita en Colombia, dijo que estaba
muy atento a la estela de destrucción de Irma y oraba por sus víctimas y
desplazados. "Los sigo en mi corazón y rezo por ellos", señaló.
Olivier Toussaint, residente de la isla francesa de Saint
Bart, popular entre el jet set, describía escenas de desolación.
"Las casas están destrozadas, el aeropuerto está fuera
de uso, los postes telefónicos y de electricidad están en el suelo",
comentó. "Hay coches dados vuelta en los cementerios, barcos hundidos en
el puerto deportivo, tiendas destruidas".
Los esfuerzos de socorro y combate a los saqueos se
complicaban además por la llegada de un nuevo huracán, José, de categoría 4 y
esperado en la zona el sábado, según el NHC.
Irma llegó a generar vientos de 295 km/h durante más de 33
horas, un récord desde que se comenzó a vigilar huracanes con satélites en los
años 1970.
Las fuertes rachas arrancaron techos, aplastaron
contenedores de embarcaciones y dejaron escombros por todas partes. La Cruz
Roja Internacional informó que Irma afectó a 1,2 millones de personas hasta el
presente, pero que la cifra podría elevarse a 26 millones.
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