jueves, 28 de marzo de 2019

A la revolución bolivariana se le acabó la energía, por Francisco Rodríguez y Jorge Alejandro Rodríguez – The New York Times (USA)

Foto: AP
Con solo un vistazo a las fotografías de satélite de la NASA tomadas la noche del 7 de marzo, es posible observar la fuente inmediata del apagón nacional que dejó paralizada a Venezuela durante una semana: dos pequeños incendios, peligrosos por haberse iniciado muy cerca de algunas líneas esenciales de transmisión de energía eléctrica.

Si la imagen se abre, es posible observar Caracas, la capital de Venezuela, sumida en total oscuridad. El lunes 25 de marzo, otro apagón volvió a oscurecer Caracas y otras 16 entidades. El gobierno venezolano ha dicho que los apagones son culpa de múltiples ciberataques, pero por décadas —durante las presidencias de Nicolás Maduro y su antecesor, Hugo Chávez—, el sistema eléctrico ha sido desatendido.

Para identificar las causas reales por las que Venezuela tardó al menos cuatro días de marzo en restablecer el suministro de energía eléctrica, hace falta una visión más amplia que incluya a Estados Unidos. Sin duda, Chávez y Maduro son responsables de haber puesto al país en esta situación. No obstante, las sanciones económicas impuestas por el gobierno estadounidense han dejado al régimen de Maduro sin la capacidad de resolver la crisis eléctrica por su cuenta.

Las causas del primer apagón ahora son muy claras. Un informe exhaustivo escrito por el director de la Escuela de Ingeniería Eléctrica de la Universidad Central de Venezuela muestra que el apagón ocurrió a consecuencia de un incendio iniciado cerca de las tres líneas de transmisión de energía eléctrica del complejo hidroeléctrico de Guri, en la región sureste de Venezuela. Ese complejo cuenta con varias represas y estaciones eléctricas que producen en conjunto un 80 por ciento de la energía exportada al sistema nacional; por lo tanto, su desconexión puede producir un apagón nacional.

La falta de poda adecuada de la vegetación pudo haber aumentado las probabilidades de incendio, aunque este tipo de fenómenos pueden iniciarse casi en cualquier lugar. También hay que recordar que no se trató del primer apagón nacional ocurrido en Venezuela. En suma, el problema no radica tanto en el hecho de que haya ocurrido un apagón, sino en que las autoridades tardaron más de cuatro días en resolverlo.

Para reanudar el funcionamiento del sistema, es necesario activar los generadores de la represa y subestaciones ubicadas en lugares distantes del país. El problema es que solo alrededor de una quinta parte de la capacidad de generación térmica del país estaba en operación al momento del apagón, por lo que fue prácticamente imposible cubrir con generación térmica el faltante de la hidroeléctrica. Al parecer, la falta de una fuente de energía alternativa y de trabajadores especializados, así como el deterioro del equipo y algunas deficiencias sencillas en la administración, se conjugaron para prolongar el apagón.

Sin embargo, las sanciones económicas impuestas por Estados Unidos también han jugado un rol. En primer lugar, una de las razones por las que algunas de las plantas eléctricas no estaban en operación es la falta de combustible para su funcionamiento. Muchas de estas plantas utilizan diésel, que Venezuela importaba de Estados Unidos antes de que el gobierno de Donald Trump prohibiera su venta en enero. Así que no es ninguna sorpresa que muchas de las plantas térmicas del país que emplean diésel hayan estado inactivas un mes después.

Peor aún, el enorme sector eléctrico de Venezuela depende en gran medida de partes y servicios obtenidos a través de empresas internacionales. General Electric (GE) y Siemens fabrican la mayoría de los generadores eléctricos empleados en la industria petrolera de Venezuela y gran parte del equipo principal utilizado en las plantas hidroeléctricas del país. Las sanciones económicas impuestas por Estados Unidos a Venezuela, en agosto de 2017, dejaron al gobierno sin la capacidad de pagarle a estos proveedores extranjeros.

Haga click en este enlace para leer el resto del informe.

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