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Tomar una nave impulsada por un cohete para viajar al otro lado del
mundo suena a una posibilidad lejana. Pero para el multimillonario y emprendedor
Elon Musk cree que se podrá hacer dentro de poco tiempo. Unos siete años, según
su última presentación realizada en el Congreso Internacional de Astronáutica
celebrado en Adelaida, Australia.
Musk mostró los avances de su plan revelado el año pasado en México que
tiene como objetivo que para 2024 comience la colonización de Marte con el
desarrollo del cohete Big Falcon Rocket (BFR).
Este vehículo de gran capacidad también permitiría hacer viajes dentro
de nuestro planeta en un corto tiempo. "La mayor parte de los viajes que
la gente considera de larga distancia podrían completarse en menos de una media
hora", dijo Musk a la audiencia en Adelaida.
Un viaje de Londres a Nueva York, que toma 7 horas en avión, con este
cohete de su compañía aeroespacial Space X sería posible hacerlo en 29 minutos.
Musk cree que el desarrollo de un cohete interplanetario puede ser
empleado para los viajes dentro de la Tierra.
En cuanto a la llegada a Marte, Musk espera que el BFR lo logre en
2024, mientras que la agencia espacial estadounidense NASA espera llevar a un
ser humano a ese planeta una década después. Recorrer la distancia de 224
millones de kilómetros entre la Tierra y Marte tomaría poco más de dos meses,
según los ambiciosos cálculos de Musk y Space X.
El avance del BFR
Luego de la presentación de su plan en 2016, el avance que compartió
Musk este año fue que sus diseñadores idearon la forma de reducir las
dimensiones del BFR. Tendría unos 106metros de altura, menos de los 122 metros
pensados el año pasado, y en la cabina podrían viajar unas 100 personas.
Musk dijo que Space X ha decidido concentrarse solo en el BFR, para
aprovechar mejor sus recursos. El Sistema de Transporte Interplanetario sería
puesto a prueba en un primer viaje a Marte sin tripulación en 2022.
"Deseamos tener un solo sistema. Si podemos hacerlo, entonces
todos nuestros recursos se podrán aplicar a este mismo sistema", dijo.
Sabe que este tipo de proyectos generan desconfianza entre sus posibles
viajeros, tanto en la Tierra como con destino a Marte. "Algunos de
nuestros clientes son cautos y quieren ver volar el BFR varias veces antes de
sentirse cómodos con ser lanzados en él", dijo Musk.
Reutilizar
Además de ser el presidente y jefe de diseño de SpaceX, Musk también
fundó la compañía de coches eléctricos Tesla y dirige SolarCity, empresa
especializada en tecnologías de energías renovables, como las baterías gran
almacenamiento. Se ha ganado la admiración de aquellos que aman su pensamiento
visionario, dice el corresponsal de ciencia de la BBC Jonathan Amos.
Mientras que Space X cree que la colonización de Marte puede comenzar
en 2024, la NASA lo cree posible una década después.
A pesar de que sus promesas a menudo han tomado más tiempo de lo
esperado, ha logrado una serie de notables adelantos. Entre ellos están una
cadena de 16 aterrizajes de cohetes orbitales que regresan a la Tierra de forma
exitosa. Dos de estos cohetes incluso han volado una segunda vez.
La clave de su pensamiento es el concepto de reutilización, pues siempre
ha dicho que la actividad espacial actual es costosa porque se usan vehículos
desechables.
"Bajo su perspectiva, no hay ninguna razón por la cual los
sistemas de cohetes no se pueden operar como aviones, donde el costo más alto
es el combustible en los tanques", dice Amos.
Su cohete Falcon 9 es parcialmente reutilizable, mientras que espera
que el BFR sea totalmente reutilizable. El mismo vehículo volaría una y otra
vez.
"Esto es lo que hace"
Musk reconoce que sus ambiciosos plazos a veces no resultan. Como
relata el periodista Jonathan Amos, cuando Musk mostró una diapositiva en
Adelaida indicando que el primer viaje (sin humanos a bordo) de la nave BFR
iría a Marte en 2022, bromeó: "Eso no es un error tipográfico, aunque es
una aspiración".
El objetivo de Space X es que sus cohetes sean reutilizables, lo que
reduce los altos costos de la industria aeroespacial. Sus muchos fans en la
audiencia celebraron la presentación, pero sus numerosos clientes tomaron con
sorpresa la noticia de que SpaceX comenzaría a desviar sus energías hacia el
nuevo sistema de cohetes.
El profesor Alan Duffy, del Centro de Astrofísica y Supercomputación de
la Universidad Tecnológica de Swinburne (Melbourne, Australia) estaba en la
audiencia de 4.000 personas.
"Este es el SpaceX de Elon Musk. Esto es lo que hace", dijo a
la BBC.
"Lo que me gusta de SpaceX - por lo cual los científicos e
ingenieros de todo el mundo están dispuestos a creer en este proyecto- es que
hace cosas rentables en cada etapa de su camino", opina.
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