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Luis Francisco Cabezas, director general de Convite, desnudó
la realidad de los ancianos, pues dijo que el Estado viola sus derechos
fundamentales como lo son el acceso a los medicamentos, a los alimentos y
además no cumple con el pago de una pensión para todos, que les permita tener
una mejor calidad de vida.
Actualmente la pensión que cobra un adulto mayor cubre 20%
de la canasta alimentaria, por lo que Cabezas hizo referencia a lo difícil que
es para otro adulto mayor vivir sin percibir ningún tipo de ayuda económica,
partiendo del hecho de que se necesitan 11 pensiones de adulto mayor para
cubrir la canasta alimentaria.
En ese sentido, recordó que el gobierno nacional tiene una
deuda pendiente con este sector de la población, toda vez que no ha aumentado
el número de pensionados, no le ha dado el visto bueno a la Ley de Bono de Salud y
Alimentación aprobada por unanimidad recientemente por la Asamblea Nacional
(AN) y tampoco ha cumplido con la promesa hecha en febrero del año 2014, cuando
en cadena nacional el Ejecutivo se comprometió con los adultos mayores a
cancelar esa bonificación alimentaria.
Medicinas escasas en más de 90%
Según la
Asociación Civil Convite, el 80% de los adultos mayores del
país son hipertensos o diabéticos e incluso padecen las dos enfermedades, para
las cuales en el país no se encuentran las medicinas.
Luis Francisco Cabezas relató que tras un trabajo de
investigación, se comprobó que hay adultos mayores que no toman sus medicinas
para esas enfermedades comunes y en el peor de los casos, toman de manera
interdiaria o media dosis de la prescripción médica para rendir las pocas
medicinas que encuentran.
“Los adultos mayores están picando las pastillas para
rendirlas”, aseguró Cabezas, quien además detalló que Convite hizo un trabajo
de medición en la ciudad de Caracas y encontró que en el caso de hipertensión y
la diabetes, el desabastecimiento de medicamentos es de 95% y 93%, respectivamente.
Ante esa realidad, Convite recomendó al Ejecutivo, más allá
de reactivar la industria farmacéutica, permitir la ayuda humanitaria que
contribuya a garantizarle los derechos a los adultos mayores de manera
inmediata, que se legisle sobre las pensiones y no se asignen bajo premisas
políticas, se legisle en materia de salud para este sector de la población y
además honre los compromisos con los adultos mayores.
Plan nacional de envejecimiento
El país no está preparado para envejecer, a decir de Luis
Francisco Cabezas, director general de Convite, quien propone al Ejecutivo un
plan nacional de envejecimiento, toda vez que Venezuela es un país cuya
expectativa de vida hace 50 años era de 56 años y ahora es de 76 años.
“Cada vez vamos a tener más adultos mayores y no estamos
preparados para ellos”, dijo Cabezas, al tiempo que considera un reto para los
hacedores de políticas publicas, plantear los lineamientos sobre los cuales se
debe regir la posibilidad de abordar este fenómeno demográfico que supondrá el
envejecimiento de la población, del cual resaltó que además es un fenómeno
continental.
Dijo que ciudades como Mérida y Margarita se están
convirtiendo en una serie de “ancianatos” de Venezuela, donde las personas de
la tercera edad prefieren vivir sus últimos años, ya sea por razones de clima o
por alejarse del ajetreo capitalino.
Para Convite, tal situación es importante usarla para que
estas urbes se conviertan en ciudades piloto donde se puedan implementar
políticas públicas y sean cajas de resonancia ante los poderes nacional,
regional y municipal.
El informe anual de Convite sobre la situación de los
derechos humanos de los adultos mayores y sus recomendaciones, ya fue
consignado ante la Comisión
de Familia de la AN
y ante la Organización
de Naciones Unidas (ONU).
El próximo mes de diciembre será presentado en Ginebra en lo
que se llama el examen periódico universal donde el Estado debe responder
preguntas que hacen organizaciones de defensa de DDHH sobre el tema.
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