Fuente Web |
La estrategia del chavismo ha sido muy clara desde el
principio: primero, evitar que el revocatorio tuviera lugar en 2016 para
conseguir que el oficialismo conserve el poder hasta 2019. “El evento podría
efectuarse a mediados del primer trimestre del próximo año”, señaló en un
comunicado el Consejo Nacional Electoral (CNE). En segundo lugar, ahora lo que
persigue es que el revocatorio ni siquiera tenga lugar.
Jorge Rodríguez, alcalde del Municipio Libertador de
Caracas, ya ha dejado traslucir que es imposible solicitar la activación del
referéndum revocatorio en contra del presidente Maduro porque a su juicio los
dirigentes de la Mesa
de la Unidad
Democrática (MUD) mintieron a los ciudadanos: “Las mentiras
tienen patas cortas, de forma repetida nosotros hemos dicho datos objetivos.
Era imposible que se convocara un referendo para 2016. Es imposible que se haga
en 2017. Ese revocatorio fue asesinado al nacer (…) Veo improbable que se haga
un referendo revocatorio en 2017 por un fraude a la Constitución y la República”.
Frente a esta estrategia del chavismo, la de la oposición se
apoya en tres pilares:
1-. Mantener la unidad
El régimen de Nicolás Maduro es consciente de que la
oposición, reunida en torno a la
Mesa de Unidad Democrática, es no solo muy heterogénea sino
poco conexionado. Por eso, la noticia de que el revocatorio sería a mediados de
2017 supone alentar la divisiones internas entre quienes desean continuar por
esa vía institucional (la celebración del referéndum) y quienes podrían verse
tentados a apoyar otras estrategias más rupturistas.
Por ese motivo, Jesús “Chúo” Torrealba, secretario ejecutivo
de la Mesa de la Unidad Democrática,
ha enfatizado la necesidad de que haya consensos internos para afrontar la
nueva situación: “Los laboratorios del gobierno intentaron hacer una jugada que
hiciera ruido en la Unidad,
imaginando que unos iban a aceptar y otros no. Pero hay una posición sólida.
Hay que decirle al país cuál es el camino crítico para pasar de lo que ocurrió
ayer, de la realidad de un gobierno que viola los derechos humanos, a tener
otro gobierno que no lo haga”.
Dentro de la
MUD conviven diferentes sentisibildiad que tienen distintas
estrategia.
Por un lado están quienes (Torrealba o Capriles) apuestan
por continuar cumpliendo la institucionalidad,
las normas del régimen, pero para conseguir que el revocatorio tenga
lugar antes de 2017.
La oposición venezolana aspira a que el revocatorio se
celebre este año, porque si se hace después del 10 de enero y Maduro perdiera,
su vicepresidente completaría los dos años de mandato y no se convocarían
elecciones.
Otros, como María Corina Machado, defienden tesis más duras:
desconocer al gobierno e impulsar la destitución de Maduro en la Asamblea: “Es evidente
que las condiciones del CNE están diseñadas para impedir el revocatorio en
2016. Si ocurre, la
Asamblea Nacional debe destituir a Maduro por su
nacionalidad”.La unidad opositora además debe ir acompañada de una ampliación
de los apoyos con los que cuenta la
MUD.
Henrique Capriles cree que si la unidad prevalece, la
alianza llevará a Venezuela hacia el cambio constitucional: “La Unidad va más allá de unas
organizaciones políticas. Hay que convocar a todos los partidos, a todos los
sectores, a la Iglesia
y consultar qué opinan. Todos debemos remar en la misma dirección”.
2-. Lograr que el revocatorio tenga lugar en 2016
La oposición, en especial los sectores institucionalizas,
van a tratar de superar los obstáculos que ha puesto de por medio el CNE para
conseguir que el revocatorio tenga lugar este año 2016 y no a mediados de 2017
lo cual impediría desalojar al chavismo del poder porque, aunque triunfara el
antichavismo, Nicolás Maduro saldría del Palacio de Miraflores pero dejaría a
su vicepresidente en la jefatura del Estado.
Así pues el objetivo de la oposición es muy claro, como ha
expresado el propio Torrealba: “El revocatorio va a ser en 2016. El gobierno,
que sabe que viola la
Constitución, podría acariciar un plan B contra el revocatorio:
la judicialización del proceso o la ilegalización de la MUD”.
Algunos analistas consideran que el revocatorio podría tener
lugar en 2016 y no en 2017. Y eso que el régimen ha impulsado a lo largo de
este año una estrategia basada no solo en poner obstáculos sino en dilatar lo
máximo el proceso que ya acumula cuatro meses de retrasos.
Sin embargo, analistas como Eugenio Martínez, en Prodavinci,
señalan que “si las rectoras electorales agilizaran la ejecución de los
procesos técnicos (como ocurrió durante las peticiones de referendos
constitucionales de 2007 y 2009), entonces la consulta popular aún podría ser
factible antes del 10 de enero de 2017. Para que esto ocurra el CNE tendría que
renunciar a tomarse tres semanas para comprobar si se cumplió con el requisito constitucional
del 20% y organizar el referendo en menos de 45 días, algo que ya hicieron en
el caso de la elección presidencial del año 2013 y en los referendos de los
años 2007 y 2009. No obstante, el paso previo de cualquier análisis es saber si
la oposición podrá (con la infraestructura propuesta) recabar las 3.893.129
manifestaciones de voluntad avalando el referendo revocatorio presidencial”.
3-. La presión en la calle y la movilización
La oposición va a reactivar a partir de este momento no solo
la movilización social en las calles, que tan buenos resultados dio el pasado 1
de septiembre, sino que va a impulsar una amplia movilización social con el fin
de presionar al CNE.
“El lunes habrá un acto de masas, un acto de calle en el que
informaremos la estrategia de la
MUD para los próximos días. Probablemente será en Parque
Miranda. Queremos generar un amplio consenso. Vamos a dar a conocer la ruta
definitiva, el camino crítico ante los anuncios hechos por el CNE. En la
estrategia de lucha estará incluido el repudio a las condiciones que impusieron
las rectoras”, adelantó Torrealba la semana pasada.
El poder electoral ha colocado tres grandes obstáculos a la
oposición:
a-. El CNE anunció que en la recolección sólo se usarán 5392
máquinas captahuellas de las casi 20.000 solicitadas por la MUD. El CNE dispone del
doble, 40.000 máquinas. En las primarias de 2015, el oficialismo dispuso de más
de 8000 máquinas.
b-. El CNE sólo quiere usar 1356 centros electorales, que
permanecerán abiertos siete horas al día.
c-. El otro gran obstáculo es la obligatoriedad de que el
20% no se alcance a nivel nacional, sino en cada uno de los 23 estados del
país. El revocatorio contra Hugo Chávez de 2004 se efectuó en una sola
circunscripción nacional.
La Mesa
de la Unidad
Democrática (MUD) necesitará 3.893.129 firmas de las
19.465.638 personas que conforman el Registro Electoral en tres días para dar
el siguiente paso, la celebración del revocatorio.
Una vez cumplidas todas las actividades posteriores a la
recolección del 20% del registro electoral, el CNE deberá emitir la
declaratoria de procedencia o no procedencia, la cual se llevará a cabo a
finales del mes de noviembre, por lo que de cumplirse los requisitos normativos
y si se alcanzara el quórum mínimo para la activación del mecanismo, la
convocatoria del evento tendría lugar a principios de diciembre, fecha a partir
de la cual inician los 90 días reglamentarios que tiene el organismo para
realizar el referendo. De manera que el evento pudiera efectuarse a mediados del
primer trimestre de 2017, reseñó el CNE en su portal web.
Así pues la oposición enfrenta una doble tarea: convocar a
sus seguidores para conseguir esas firmas y movilizar a sus partidarios para
presionar al CSE.
No hay comentarios:
Publicar un comentario