miércoles, 14 de septiembre de 2016

CIEV: Arco Minero sentencia de muerte a la Región Guayana – Nueva Prensa de Guayana


Fuente Web
El director del Centro de Investigaciones Ecológica de Venezuela (CIEV), Alejandro Lanz, manifestó su preocupación ante el avance del proyecto denominado Arco Minero, el cual consideró como un “error tremendo” pues, a su juicio, se pretende explotar las reservas de oro, diamantes, coltán, dolomita, caolín, hierro y bauxita a cielo abierto en Guayana, sacrificando los biomas y ecosistemas más importantes del país; cerca de 12 mil kilómetros cuadrados entregados a empresas privadas transnacionales para la realización de esta actividad.

“El territorio nacional entregado a las empresas privadas trasnacionales incluyen selvas de Imataca, La Paragua y El Caura que, en conjunto, abarcan más de ocho millones de hectáreas, además de las cuencas de los ríos Orinoco y Caroní que alimentan a la red de centrales hidroeléctricas que generan la electricidad para todo el país (…) adicional se está comprometiendo las fuentes vegetales y de agua dulce, que proveen mecanismos de regulación ambiental, oxígeno, entre otros servicios ambientales; por lo que los seis meses que especifica el Decreto en su Artículo 10 para planificar la nueva minería que habrá de ejecutarse, nos causa una gran preocupación por su inminente puesta en marcha”, señala el titular del CIEV,  a través de una nota de prensa.

Para el ecologista, los beneficiarios serán para las empresas transnacionales autorizadas para la explotación, mientras que los costos sociales y ambientales serán, como han sido con la actual minería ilegal, lo que le queda al país, a las comunidades locales y pueblos indígenas.

Voces alertas

El escrito menciona que, en Guayana, voceros, especialistas y profesionales han pedido al Ejecutivo Nacional, que rectifique y paralice el Arco Minero. Científicos e investigadores como Nalúa Silva, Alexander Mansutti, ambos de la Universidad Nacional Experimental de Guayana (UNEG); Francisco Delascio Chitty, el clérigo René Brohm del Alto Caura y la periodista ambientalista, Evelyn Guzmán, se han sumado a esas voces de alerta ante lo que han denominado como un caso de ecosidio.

El expresidente de la Comisión de Ambiente del Senado y autor de las normas ambientales de la actual Constitución, doctor Alexander Luzardo, el proyecto de Arco Minero atenta contra la visión estratégica del país, porque va contra las últimas reservas de agua potable de Venezuela y afectaría significativamente la producción de la energía eléctrica del país.

El exministro Víctor Álvarez, junto a otros altos exfuncionarios del tren ejecutivo del expresidente Chávez, se han pronunciado en contra de la entrega del país y sus recursos a las transnacionales, según información de Lanz. Recalcó que el Arco Minero ha sido considerado como la medida neoliberal más grande que se haya realizado en la nación.

Lanz también hizo mención a declaraciones del integrante del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC), Juan Carlos Sánchez, quien fue galardonado en 2007 con el Premio Nobel de la Paz y señaló que “los daños ambientales que conllevaría el Decreto de Arco Minero, sería la deforestación masiva necesaria para las excavaciones”.

Agregó que, “esto incidiría en el cambio climático, pues la deforestación suprime el proceso de fotosíntesis que absorbe el CO2 de la atmósfera, y a la vez emite CO2 que es el principal gas de efecto invernadero.” Además, sin bosques que recubran la región, se eliminaría la evapotranspiración del bosque, fenómeno que consiste en el envío de grandes cantidades de vapor de agua a la atmósfera, lo cual aporta a las precipitaciones lluviosas. En otras palabras, la deforestación tiende a aumentar los problemas de sequía,” dicta Sánchez.

En este sentido, el titular del CIEV advierte que tendremos a la “vuelta de la esquina” una crisis energética sin precedentes “no se trata solamente de excavación, de deforestación, de arrasar con la superficie de todo lo que es la capa vegetal del suelo, sino que esta tierra que se moviliza se lava o se lixivia con cianuro. Y el cianuro, como sabemos, es un elemento totalmente tóxico. Esas aguas lixiviadas, esa mezcla de agua con cianuro, teóricamente se van a colocar en unas lagunas que están impermeabilizadas para contenerlas. Pero ya han habido experiencias negativas en el país, como las filtraciones de la laguna de oxidación de la abandonada concesión de sector Cristalex, que desde hace más de  diez años, mineros ilegales han socavado sus adyacencias, generando filtraciones de cianuro hacia el río Cuyuní (…) Esta contaminación ha traído como consecuencia que gran parte de las comunidades indígenas y poblaciones criollas como Las Claritas, sufran diarreas constantes, aparición  espontánea de laceraciones en la piel, enfermedades bacterianas como  resistentes a cualquier tipo de antibiótico.

Escuche la entrevista completa aquí.

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