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Fuente: Blog BID |
¿En qué consiste esta revolución?
Principalmente, en el surgimiento de innovaciones basadas en
el desarrollo y aplicación de tecnologías como Internet de las Cosas, impresión
3D, inteligencia artificial y nanotecnología. Consiste, además, en la
posibilidad de recolectar y analizar datos de manera masiva y automatizada (Big
Data), utilizar tales datos para la toma de decisiones e implementar las
decisiones en tiempo real. Similar a las tres revoluciones precedentes
-marcadas por la utilización del vapor, de la electricidad y de la automación-
, la 4ª Revolución Industrial generará una profunda transformación en la
producción, la economía y la sociedad. Sin embargo, a diferencia de otras
revoluciones, la 4ta Revolución lo hará a una velocidad infinitamente superior.
¿Qué cambios debemos esperar en el sector productivo?
El mundo productivo del año 2050 será diferente al que
conocemos. Tomemos, por ejemplo, el caso de los vehículos aéreos no tripulados
o drones. En las actividades agropecuarias, los drones se utilizarán para
facilitar la siembra, la provisión de nutrientes, la irrigación y el monitoreo
de los cultivos. Estos desarrollos serán cruciales para lograr una mayor
productividad del sector agropecuario, el cual deberá satisfacer una demanda
que se incrementará en más del 70% en las próximas tres décadas.
En la logística, los drones se emplearán para mejorar la
eficiencia en la gestión de inventario, expandir canales y áreas de
distribución – especialmente hacia lugares remotos que no cuentan con
infraestructura de transporte -, y realizar entregas críticas en situaciones de
emergencia, ya sea para evitar disrupciones en cadenas de producción o,
inclusive, para salvar vidas.
En el futuro hacia el que vamos, otros modos de transporte
de mercancías, como los camiones, trenes y barcos, también serán, en gran
parte, no tripulados. Los avances en materia de inteligencia artificial harán
posible que, por ejemplo, los conductores de camiones puedan realizar tareas de
control y gestión logística, mientras el vehículo es tripulado por un
computador que interactúa con los pasajeros, las centrales logísticas, otros
vehículos y los sistemas de gestión de tránsito, para lograr la utilización más
eficiente y segura del vehículo. Estudios recientes sostienen que la
implementación de esta tecnología permitirá optimizar el uso de la flota de transporte
y reducir significativamente las emisiones de CO2 y los accidentes de tránsito.
Esto no es un dato menor si se tiene en cuenta que el volumen de transporte de
mercancías por carretera se cuadruplicará hacia 2050.
La utilización de robots y realidad aumentada también
caracterizará a la producción y la gestión de cadenas de abastecimiento en el
futuro. Amazon es una de las empresas que está liderando la experimentación con
estas tecnologías.
Hacia finales de 2015, había alrededor de 30.000 robots Kiva
trabajando en 13 de sus almacenes, los cuales, en comparación con los almacenes
sin robots, presentaban un tiempo de localización, empaquetamiento y envío de
productos 75% más rápido, podían gestionar un 50% de inventario más por metro
cuadrado y habían reducido sus costos de operación en 20% (USD 22 millones).
Finalmente, otros cambios radicales provendrán del Internet
de las Cosas y la impresión 3D. En el primer caso, se espera que con los más de
50 mil millones de dispositivos conectados y transmitiendo información a
plataformas en la nube, las empresas puedan tomar decisiones más informadas y
en tiempo real para optimizar sus procesos productivos, evitar disrupciones y
satisfacer una demanda por parte de los consumidores que será cada vez más personalizada
y volátil. Por ejemplo, desde hace unos años, empresas como General Electric y
Rolls Royce están instalando sensores en las turbinas de los aviones, que
constantemente transmiten información sobre su funcionamiento y permiten
anticipar necesidades de mantenimiento, disminuyendo los riesgos de fallo, así
como los costos y tiempos de inspección.
Por su parte, con la impresión 3D, una idea podrá ir
directamente desde su concepción a su producción, con escaso empleo de mano de
obra, menor desperdicio de materiales y costos de transporte casi nulos. Airbus
ya está imprimiendo partes de sus aviones en 3D, lo que le ha permitido reducir
desperdicios en 80% durante el proceso de manufactura y mejorar los tiempos de
entrega de estas partes en 70%.
¿Y ahora qué hacemos?
Sin lugar a dudas, la 4ª Revolución Industrial traerá
beneficios para la economía y la sociedad. Pensemos en la necesidad de
incrementar la productividad en el sector agroindustrial para satisfacer una
población global en aumento, mejorar las prácticas productivas para reducir las
emisiones de CO2 y contrarrestar el cambio climático, y tener mayor cantidad y
mejor calidad de información para tomar decisiones más adecuadas en temas como
transporte o gestión urbana. La utilización de nuevas tecnologías digitales y
la “revolución de los datos” generarán avances sin precedentes en estos y otros
ámbitos.
Sin embargo, no podemos desconocer los grandes interrogantes
que ellas presentan: ¿qué impacto tendrán en el empleo o el crecimiento
económico de los países?; ¿quiénes serán los ganadores y los perdedores en este
nuevo escenario?; ¿qué riesgos surgirán para la seguridad individual y
colectiva? En los albores de la 4ª Revolución Industrial es necesario, ante
todo, generar conciencia pública, así como también abogar por la inclusión de
este tema en la agenda de los sectores público, privado y académico. Conocer es
el primer paso para que los países de América Latina y el Caribe puedan ser
proactivos en la maximización de beneficios y la minimización de riesgos en la
transición hacia esta nueva era.
Este será el tema principal del Seminario “Financiando la
4ta Revolución Industrial” organizado por el BID el próximo 6 de octubre. ¡Los
invitamos a participar!
Seminario “Financiando la 4ª Revolución Industrial”
El seminario debatirá acerca de los desafíos y oportunidades
que las nuevas tecnologías digitales presentarán para la economía y el sistema
productivo en el futuro, así como el rol del financiamiento y las perspectivas
para el sector público. Contaremos con la participación de empresas líderes a
nivel mundial en logística y finanzas, así como con start-ups y representantes
de bancos de desarrollo de América Latina.
¿Cúando y dónde?
Jueves 6 de octubre, 9:00am-3:30pm / Auditorio Enrique V.
Iglesias del BID (Washington, DC)
Más información, agenda y ponentes
El evento se transmitirá por Internet
Click aquí para ver el evento
(Link disponible el día y hora del evento)
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