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Estudios médicos realizados a 202 ex jugadores de fútbol
americano encontraron en casi todos evidencias de encefalopatía traumática
crónica, una enfermedad neurodegenerativa vinculada con reiterados golpes a la
cabeza. Se trata de la mayor actualización en la información disponible sobre
este mal.
En el trabajo -publicado en la revista Journal of the American
Medical Association- se analizaron muestras disponibles en un banco de cerebros
de Boston (EE.UU.).
En muchos casos, los mismos afectados pidieron que su
cerebro fuese donado para el análisis de esta enfermedad. En otras situaciones,
fueron los familiares de las víctimas quienes dieron la luz verde.
“¿Cuán común es esto en la población en general y entre los
jugadores de fútbol americano?”, se preguntó la principal autora del estudio,
la doctora Ann McKee, neuróloga de la Universidad de Boston, quien agregó que
aún hay muchas dudas por resolver.
“¿Cuántos años de fútbol son demasiados? ¿Cuál es el riesgo
genético? Algunos jugadores no muestran evidencia de esta enfermedad pese a que
jugaron durante muchos años”, señaló la experta.
Tampoco está claro si el estilo de vida de los jugadores
-alcohol, drogas, esteroides y dieta extremas- pudiera contribuir de alguna
manera con la enfermedad, recalcó McKee.
El doctor Munro Cullum, un neuropsicólogo del Centro Médico
de la Universidad de Texas Southwestern (EE.UU.), enfatizó que el reporte está
basado en una muestra selectiva de hombres que no necesariamente son
representativos de todos los jugadores de fútbol americano. Dijo que ciertos
problemas independientes de la encefalopatía traumática crónica pudieran
explicar algunos de los síntomas previos a sus muertes, como depresión,
impulsividad y cambios de conducta. Cullum no participó en el estudio.
McKee dijo que los análisis del banco de cerebros sirvieron
para encontrar respuestas y comprender cómo detectar el padecimiento en vida,
“cuando existe aún una oportunidad de hacer algo al respecto”. Por el momento
no existe un tratamiento.
La evidencia científica más sólida dice que la encefalopatía
traumática crónica solamente puede ser diagnosticada al examinar el cerebro
tras la muerte, aunque algunos científicos están experimentando con exámenes
realizados a pacientes vivos.
Muchos científicos consideran que golpes reiterados a la
cabeza incrementan el riesgo del padecimiento, que lleva a una pérdida
progresiva de materia cerebral y el incremento anormal de una proteína tau. Se
piensa que las personas con más riesgo son los veteranos de combate y atletas
en deportes de contacto duro, como boxeo y fútbol americano.
La encefalopatía traumática crónica fue diagnosticada en 177
jugadores, casi 90% de los cerebros estudiados. Eso incluyó 110 de 111 cerebros
de ex jugadores de la NFL (liga profesional), 48 de 53 jugadores de fútbol
americano universitario, 9 de 14 semiprofesionales, 7 de 8 jugadores de la liga
canadiense, y 3 de 14 jugadores de escuela secundaria.
Un panel de neuropatólogos hizo los diagnósticos examinando
el tejido cerebral, usando parámetros fijados por el Instituto Nacional de
Padecimientos Neurológicos y Apoplejía de EE.UU., dijo McKee.
La NFL emitió una declaración en la que dijo que esos
reportes son importantes para avanzar en el estudio de los traumas cerebrales y
agregó que la liga “continuará trabajando con una amplia gama de expertos para
mejorar la salud de los deportivas y ex deportistas".
Luego de años de negarlo, la NFL admitió la existencia de
vínculos entre golpes a la cabeza y enfermedades cerebrales, y llegó a un
acuerdo de 1.000 millones de dólares para compensar a ex jugadores que acusaron
a la liga de ocultar los riesgos. La Corte Suprema de Estados Unidos ratificó
el acuerdo en diciembre del año pasado.
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